Cinco lugares de la Batalla del Jarama que debes visitar

CUEVA REFUGIO
Restos de la Batalla del Jarama en Morata de Tajuña

La Batalla del Jarama fue uno de los episodios más trágicos de la Guerra Civil Española. Las consecuencias del combate, que se libró con especial dureza entre el 6 y el 27 de febrero de 1937, fueron miles de muertos entre los dos bandos y cientos de campos de cultivo devastados por las bombas y los morteros. En esta entrada, sin embargo, no vamos a hablar de la batalla como tal sino de los lugares en los que se combatió, que todavía hoy se pueden visitar. Para nosotros, que recientemente hemos recorrido esta zona de Madrid junto a Goyo Salcedo (el inconfundible director del Museo de la Batalla del Jarama de Morata de Tajuña) es un auténtico placer describir ‘nuestros’ cinco lugares imprescindibles de la batalla.

Cuevas refugio cerca de Morata

CUEVA REFUGIO 2
Interior de una de las cuevas refugio que todavía se conversan en Morata de Tajuña

A lo largo del frente del Jarama se suceden un gran número de cuevas-refugio, empleadas fundamentalmente por el Ejército Republicano. Normalmente, estas cuevas solían levantarse en líneas de trincheras, aunque no se encontraban directamente en la primera línea de combate. Esto no quiere decir que la vida en estas cuevas fuera sencilla ya que sus ‘habitantes’ solían sufrir los efectos de la artillería y la aviación enemiga.

Todavía hoy se pueden visitar estas cuevas, algunas de ellas en buen estado, aunque advertimos que se debe tener cuidado porque siempre hay un riesgo de derrumbe. Dependiendo del lugar en el que estén levantadas estas cuevas-refugio, la red de túneles puede ser más o menos extensa. Nosotros hemos visitado varias de ellas en el Frente del Jarama y nos hemos topado con varias de cientos de metros.

En estos lugares solía descansar y dormir la tropa cuando no se encontraban en la línea de trincheras. Todavía se conserva en cada una de las cuevas lugares en los que solían colocarse las lámparas de aceite y velas que iluminaban el interior de la cueva.  En su interior se conservan dormitorios de los soldados y antiguos polvorines donde se almacenaba la munición. En alguna incluso se observa el hueco que dejó el impacto de un mortero que atravesó la pared de la cueva. Dentro de ellas se ha encontrado en los últimos años todo tipo de utensilios que usaban los militares republicanos para su día a día y que hoy pueden ser visitados en el Museo de la Batalla del Jarama que se encuentra en Morata de Tajuña.

Cota 700, un lugar estratégico para entender la batalla

COTA 700
Restos de Cota 700, núcleo de defensa del Ejército republicano

Se llama Cota 700 al núcleo de defensa del Ejército de la República que apuntaba de manera incisiva al Pingarrón, uno de los enclaves más estratégicos del combate. Se trata de un lugar elevado repleto de restos de trincheras donde se pueden ver los restos de varias fortificaciones que apuntaban directamente al Pingarrón. En sus alrededores nosotros encontramos restos de munición y también trozos muy importantes y bien conservados de metralla.

Las fortificaciones que se pueden visitar son de piedra, como las que hemos visitado en otros puntos de la Comunidad de Madrid, y estaban conectadas directamente con la línea de trincheras. Estas fortificaciones conservan un pequeño ventanuco, donde solía colocarse una ametralladora.

Estas posiciones, que en principio fueron levantadas por las tropas republicanas, terminaron siendo abandonadas por éstas ante la proximidad de los nacionales. Precisamente, el Ejército de Franco terminaría tomando esta Cota 700 donde se hicieron fuertes hasta el final de la Guerra Civil. Eso sí, una vez que los franquistas tomaron esta posición, los combates se recrudecieron, ya que los republicanos se encontraban en otras posiciones muy cercanas (a unos 200 o 300 metros).

La colina del suicidio

COLINA DEL SUICIDIO
Monumento improvisado a los caídos en la Colina del Suicidio durante la Batalla del Jarama

En Internet hay documentación suficiente para que el lector de este blog pueda visitar in situ la Colina del Suicidio, uno de los puntos más emocionantes de la Batalla del Jarama. Hay mucha literatura alrededor de esta colina y de los combatientes ingleses que estuvieron defendiéndola hasta las últimas consecuencias.

La historia del ‘Suicide Hill’, como el Batallón Británico de las Brigadas Internacionales conocía a esta colina, empezó el 12 de febrero de 1937. Varios batallones de la XI y la XV Brigada Internacional ocuparon este lugar y entraron en contacto armado con las tropas de Buruaga. El Batallón Británico fue el que más aguantó en esta posición y lo hizo durante casi ocho horas soportando fuego directo de la artillería y las ametralladoras franquistas que estaban casi delante.

Los ingleses no solo tuvieron que defenderse de manera heroica sino que también hicieron frente a una organización lamentable del mando de las Brigadas Internacionales. Muy pronto se quedaron sin la munición para sus armas: se ha confirmado que disponían de varias cajas con cartuchos que no eran compatibles con sus armas largas y ametralladoras. En total, se dice que de los 400 defensores británicos de la Colina del suicidio, solo sobrevivieron 125. El resto resultaron muertos o fueron hechos prisioneros.

En la actualidad, en este lugar en el que murieron cientos de hombres de los dos bandos (el Ejército de Franco también sufrió enormemente para tomar la colina), se levanta un extraño monumento que recuerda a las personas que perdieron la vida hace casi 80 años. Se trata de varias piedras colocadas de forma piramidal y de manera anárquica. Hasta hace no demasiado tiempo, muchos veteranos brigadistas internacionales se acercaban hasta aquí para rendir tributo a sus compañeros caídos. De hecho, todavía podemos encontrarnos con algunos restos de la batalla en este mismo lugar: balas, trozos de metralla y alguna lata de conservas con la que se alimentaban los republicanos.

Monumento a la Batalla del Jarama de Martín Chirino

MONUMENTO MARTIN CHIRINO
Este monumento ha sido profanado varias veces por vándalos que ni saben apreciar el arte ni respetan la historia, más allá de ideologías

En lo alto del cerro de Casas Altas, perteneciente a la localidad de Morata de Tajuña, se levanta una fantástica escultura realizada por el famoso artista Martín Chirino. Se trata de un monumento que trata de rendir homenaje a “todos” los que participaron en la Batalla del Jarama. Conviene aclarar que lejos de lo que muchos puedan pensar, esta escultura no tiene tintes políticos: se trata de dos manos agarradas entre sí como señal de hermandad.

El monumento a la Batalla del Jarama de Martín Chirino ha sufrido en los últimos años la barbarie de los energúmenos que no respetan ni el arte ni saben lo que representa la escultura. Individuos de la extrema derecha y de la extrema izquierda han intentado acabar con esta obra realizando pintadas y símbolos totalmente fuera de lugar.

La escultura está levantada en una zona de trincheras y cuevas refugio. Es un lugar mágico que hay que visitar sí o sí de la Batalla del Jarama para recordar a todos aquellos hombres que perdieron su vida y su juventud luchando por unas ideas bien diferentes.

El Museo de la Guerra Civil de Morata de Tajuña

MUSEO GUERRA CIVIL 2
Estas pistolas han sido halladas en el frente del Jarama por Goyo Salcedo, director del museo de la Batalla del Jarama

A diferencia de otros países, España sigue avergonzándose de su Guerra Civil. Aunque cada vez somos más los que nos interesamos por el conflicto fratricida, las autoridades siguen dándole la espalda a una guerra que 80 años después sigue levantando ampollas. Encontrar un museo de la Guerra Civil en España es realmente complicado, sin embargo, en la localidad de Morata de Tajuña existe uno que es “impresionante”. Sin apoyo de las instituciones, un jubilado llamado Goyo Salcedo, apasionado de la guerra, ha conseguido poner en marcha un pequeño museo con cientos de piezas que él mismo ha encontrado en el frente de la Batalla del Jarama.

En el Museo de la Batalla del Jarama podemos encontrar todo tipo de piezas del combate. Allí hay gran variedad de armamento extraído de la tierra del Jarama como rifles, armas cortas e incluso algún mortero. Además de los clásicos cartuchos y metralla, también podemos observar una colección impresionante de artefactos: desde granadas de mano, a minas anti carro o incluso obuses de un gran tamaño.

El museo también cuenta con los utensilios que utilizaban día a día los soldados de los dos ejércitos. Se pueden ver casi veinte cantimploras, gran variedad de cubertería de campaña, candiles que se utilizaban en las cuevas, monedas, tinteros, hebillas de cinturón e incluso medallitas religiosas que perdieron durante el combate, sobre todo los militares nacionales.

Visitar el museo de la Batalla del Jarama es lo más parecido a viajar al pasado por la cantidad de material bélico que uno puede contemplar. Se encuentra situado junto al asador El Cid, uno de los restaurantes que hay que visitar al acercarse a Morata de Tajuña. Gracias a la amabilidad de su propietaria Pilar y al tesón de Goyo, rememorar esta batalla es mucho más fácil. Por último, conviene no perder detalle dentro del museo de las esculturas que ha realizado el propio Goyo con los restos de metralla que él mismo ha recogido del frente del Jarama.

 

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