La verdad oculta sobre la reunión de Franco en Leganés

PORTADA FRANCO LEGANES
Los generales Franco, Saliquet, Mola y Varela, los participantes en la reunión

Noviembre de 1936. Las tropas de Franco habían llegado hasta las puertas de Madrid, pero no podían pasar de la Casa de Campo, Ciudad Universitaria o Carabanchel. Los combates eran frenéticos pero el día a día en el puesto de mando del General Varela en Leganés también lo era. Allí, a escasos 11 kilómetros de la Puerta del Sol, se decidieron todas las operaciones militares del Ejército Nacional sobre el Frente de Madrid. Era la zona de retaguardia franquista más próxima a la capital, a la que llegarían un sinfín de heridos y un gran número de corresponsales de guerra partidarios de los sublevados. Por este motivo, no es de extrañar, que allí se celebrar una de las reuniones más relevantes de la Guerra Civil a la que asistió el mismísimo Franco.

Pero antes de hablar de la reunión es conveniente contextualizar todo. Sabemos que las tropas franquistas entraron victoriosamente en Leganés el 4 de noviembre de 1936 después de haber conquistado los pueblos de Alcorcón y Getafe, en esta última con su aeródromo incluido. Hasta esa fecha, la localidad se había mantenido leal a la República estableciéndose en las inmediaciones de la misma una línea de fortificaciones y trincheras que llegaba hasta Fuenlabrada. Sin embargo, durante los cuatro meses que Leganés estuvo controlada por el Frente Popular, se produjeron en su término municipal una veintena de asesinatos según consta en la Causa General.

La primera víctima en Leganés, un sacerdote

La primera víctima fue un religioso de 43 años llamado José Esnaola Arteaga, nacido en Idiazábal Guipuzcoa) y cuyo cadáver apareció cosido a balazos el 27 de julio (9 días después del alzamiento) del 36 en la zona de Butarque. El día 13 de agosto de 1936 se produjo un fusilamiento simultáneo de cinco vecinos del pueblo en el kilómetro uno de la carretera de Toledo. Los asesinados fueron:

MONJAS ASESINADAS
Algunas religiosas del manicomio de Leganés asesinadas

– Pablo Durán Pérez de Castro (56 años), de Renovación Española y Gobernador Civil de Zamora en la Dictadura de Primo de Rivera. Farmacéutico de profesión y en 1928 vicepresidente de la Unión de Farmacéuticos.

– José García Cuadrado (32 años), de Acción Popular y Presidente de la Sociedad Patronal de Labradores.

– Cayetano Montero Rebollo (44 años), fue concejal en el Ayuntamiento de Leganés durante la época de Primo de Rivera.

– Ramón del Yerro Ordóñez (40 años), presidente de Acción Popular y concejal en el Gobierno de Gil Robles.

– Manuel Acero, carnicero de Leganés. Se desconoce filiación política.

Además de estos asesinatos de vecinos, en Leganés también aparecieron varios cadáveres pertenecientes a vecinos de otras localidades cercanas como Getafe e incluso Carabanchel Alto.

Muchos de ellos todavía hoy no han podido ser identificados. De hecho, los últimos muertos que aparecieron en Leganés antes de que llegaran las tropas de Franco datan del 28 de octubre de 1936 (8 días antes de la llegada de los nacionales). Fueron tres cadáveres sin identificar que aparecieron en la zona de la Taraza. Enrique Villalba Aleixandre, fotógrafo del juzgado durante la guerra que se dedicaba a fotografiar los cuerpos que aparecían en Leganés, recibió la orden aquel 28 de octubre del alcalde de “en esta ocasión” no hacer fotos a los tres cadáveres aparecidos.

El manicomio de Leganés y el ferrocarril

En este contexto de combates encarnizados por dominar el sur de Madrid y los ‘paseos’ esporádicos, llegaron las avanzadillas del General Varela a Leganés. El Teniente Coronel Barrón y sus hombres fueron los primeros en entrar en la localidad estableciendo como punto de observación una torreta del Cuartel de Ferrocarriles que fue abandonado por los milicianos el 3 de noviembre. Una de las cosas que más llamó la atención a los soldados franquistas que llegaron a Leganés fue la presencia de un centenar de enfermos mentales que permanecían impasibles a la Guerra Civil en la ‘Casa de Dementes Santa Isabel’, un manicomio a la vieja usanza diseñado por la Junta de Beneficencia del Estado en 1851. Sí que fueron conscientes de la guerra, por desgracia, las religiosas de la congregación ‘Hijas de la Caridad’ que se encargaban de cuidar de los enfermos.

PERIODISTAS
Muy cerca de Leganés, en Getafe, un grupo de periodistas que cubren la guerra junto a las unidades sublevadas

El 20 de julio del 1936 una treintena de monjas fueron detenidas por milicianos de la FAI y trasladadas a la DGS de Madrid. Tras ser puestas en libertad días más tarde, cinco de ellas terminarían siendo asesinadas a sangre fría en Aravaca. En el cementerio de esta localidad están enterradas las conocidas como ‘Mártires de Leganés’.

A los pocos días de llegar a Leganés, se instaló un hospital de campaña de la Cruz Roja al que llegaban de manera incesante heridos procedentes de la Casa de Campo y Ciudad Universitaria. El hospital se ubicó en el antiguo convento de los Padres Agustinos.

Además de todo esto, Leganés también se convertiría en un centro de prensa improvisado para los corresponsales españoles y extranjeros que cubrían la Guerra Civil enrolados en unidades militares franquistas. Desde la zona de Butarque enviaba a diario sus crónicas para ABC Sevilla Manuel Sánchez del Arco con el pseudónimo de ‘Justo Sevillano’ o ‘Giraldillo’. También tenemos constancia de que envió sus crónicas al Diario de Lisboa de Portugal el conocido periodista portugués Artur Portela, famoso por sus fotos a Franco y a Moscardó tras la conquista del Alcázar de Toledo. Más adelante también llegaría a Leganés el cronista hispano-inglés Edgard Neville junto con su pareja Conchita Montes. Por último, otro periodista que se sabe que estuvo en Leganés descansando varios días fue el fotógrafo francés Albert-Louis Deschamps.

La reunión del cuartel de Ferrocarriles

Pero centrémonos en lo que sucedió exactamente en Leganés a finales de noviembre de 1936. Como antes decíamos el General Varela y su Estado Mayor instalaron en esta ciudad un puesto de mando en el que se tomaban todas las decisiones de las operaciones militares sobre el Frente de Madrid. Inicialmente este puesto de mando se ubicó en lo que hoy conocemos como Plaza de España, en la casa de un conocido médico. Sin embargo, a medida que iban avanzando las semanas y buscando una mayor seguridad, el puesto de mando se trasladó hasta el el Cuartel del Regimiento de Ingenieros de Ferrocarriles. Este cuartel había sido durante los años veinte un lugar esencial desde el punto de vista logístico para los militares españoles que partían rumbo a las guerras de África como se puede ver en esta fotografía de ABC del año 1921.

CUARTEL GENERAL INGENIEROS FERROCARRILES
Cuartel de Ingenieros de Ferrocarriles donde se celebró la reunión

Se trataba de un complejo de gran tamaño en el que se instalaron, además de un puesto de observación en el que se divisaba la Casa de Campo e incluso el Clínico, una serie de baterías antiaéreas para prevenir incursiones de la aviación republicana. El día 23 de noviembre de 1936 Franco partía desde Salamanca rumbo a Leganés para mantener una reunión crucial para el devenir de la Guerra Civil. Tres días antes, mantuvo un acalorado encuentro en Ávila con el General Mola para hablar de los problemas que estaban encontrando los nacionales para entrar en Madrid, muy bien protegido por las defensas de Miaja. Antes de esta reunión ambos se enteraron del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera en Alicante.

Pero volvamos al día 23 de noviembre. Como decíamos Franco se desplazó hasta Leganés en compañía de su ayudante, el Coronel de Estado Mayor Martín Moreno. La visita, que se realizó con todo el secretismo posible para evitar posibles ataques republicanos, fue la primera que hizo Franco a las inmediaciones de la capital.

¿Quién acudió?

Fue una reunión del más alto nivel militar a la que asistieron, además de Franco, el General Mola (jefe del Ejército del Norte), el General Saliquet (Ejército del Centro) y el General Varela (responsable del asedio de Madrid). Fue una reunión prácticamente a cuatro bandas ya que los oficiales de los diferentes Estados Mayores no pudieron acceder a la misma por motivos de seguridad.

Lo que trascendería años más tarde de aquella reunión de Leganés fue el cambio de estrategia por parte de Franco en todo lo relacionado con Madrid. Se ponía punto final a la guerra relámpago a la que los militares africanistas estaban acostumbrados para poner en marcha una guerra de trincheras, de estabilización y de desgaste.

Esta fue la decisión fundamental que se adoptó en la reunión del Cuartel de Ingenieros Ferroviarios de Leganés, cuartel en el que estaban establecidos antes de la guerra los regimientos 1 y 2 de ferrocarriles. Ambos regimientos se mantuvieron en general leales a la República durante los primeros días de la sublevación, aunque algunos oficiales fueron detenidos por simpatizar con los alzados. Su máximo responsable, el Coronel Manuel Aspiazu Paul fue asesinado en las matanzas de Paracuellos del Jarama, precisamente en noviembre de 1936, fecha en la que se produjo la reunión en el que fue su antiguo cuartel.

Fuentes Consultadas

– Archivo Histórico Nacional (Causa General)

http://www.ciudadanosporelcambio.com

– ‘Historias Extraviadas de la Guerra Civil Española’, Eduardo Andradas

http://www.hijasdelacaridad.org

– Hemeroteca ABC

 

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